25/02/2022. El Confidencial.

El 24 de febrero de 2022 se produjo el inicio de la invasión rusa a Ucrania, un acontecimiento que ha suscitado el interés informativo a nievel mundial. La relevancia de los hechos y sus gravísimas consecuencias políticas, diplomáticas, económicas, pero sobre todo humanitarias, hacen prever que acabe convirtiéndose en uno de los acontecimientos más importantes de los últimos años. La invasión militar rusa ha provocado el desplazamiento de parte de la ciudadanía ucraniana desde su país hacia el resto de Europa. Informes expertos indican que, muy posiblemente, este acabará convirtiéndose en el mayor éxodo de personas refugiadas en Europa desde la II Guerra Mundial.

En esta pieza informativa de El Confidencial, fechada un día después del inicio la invasión de Ucrania, se establece una previsión del flujo de personas que pueden llegar a Europa huyendo de la guerra, así como de las consecuencias que esta realidad tendrá sobre los países receptores. Para su elaboración se ha contado con diversas fuentes, principalmente institucionales, provenientes de algunos de los países de la Unión Europea fronterizos o próximos a Ucrania, y de oenegés especializadas en la atención de personas refugiadas. Sin embargo, el lenguaje empleado a lo largo del texto se excede en el uso de expresiones que crean un alarmismo injustificado. Para el titular se ha elegido la expresión “digerir la avalancha de refugiados”, opción narrativa muy desafortunada, que se vuelve a reproducir a lo largo del cuerpo de la información con fórmulas similares, tales como: “oleada masiva de refugiados”, “ola migratoria”, etc. Este tono, que genera una visión negativa y amenazadora de las personas que huyen de la guerra, se refuerza con la publicación de declaraciones textuales, de innegable cariz xenófobo, de líderes europeos, contribuyéndose así a amplificar su alcance.

El proceso migratorio, que siempre implica un esfuerzo de renuncia, con consecuencias imprevisibles para quienes se ven en la obligación de migrar, requiere del compromiso de los medios de comunicación para contar la realidad partiendo de la premisa del respeto a la dignidad de las personas. En este sentido, el periodismo ha de convertirse en una base para la construcción de convivencia social. De manera muy especial, la sensibilidad mediática debería ser extrema cuando hace referencia a aquellas personas que se ven forzadas a migrar por razones tan indeseables como las provocadas por una guerra.

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