Cerca de 2.500 subsaharianos han intentado superar el vallado a pesar de los intentos de Marruecos por contenerlos.

02/03/2022. El Norte de Castilla.

Nos encontramos ante una pieza que nos informa de la última entrada de personas migrantes a través de la valla fronteriza de Melilla. En la noticia se nos describe la entrada haciendo hincapié en lo numeroso de ésta.

Sin embargo, el lenguaje utilizado no es el adecuado, y encontramos una alta carga de lenguaje beligerante y alarmista.

Empezando por el titular, lo más destacable es la deshumanización de la que hace gala. Se refiere constantemente a las personas que han intentado cruzar la frontera como “inmigrantes” o “subsaharianos”, anteponiendo la condición administrativa o la atención injustificada a la nacionalidad a la condición de persona.

En el cuerpo encontramos metáforas que hablan de esta entrada migratoria como si de un desastre natural se tratase, empleando un lenguaje beligerante y alarmista a través del uso de términos como “avalancha humana” con todas las connotaciones negativas que acarrea.

Por otro lado, se pone énfasis en la violencia utilizada por las personas migrantes, destacando el uso de garfios y tornillería, y dejando entrever que estos se usaron para lesionar a los agentes que custodian la valla, cuando realmente se trata de herramientas de fabricación propia que las personas migrantes utilizan para poder saltar la valla en el menor tiempo posible. Esto supone una criminalización de las personas por la descontextualización y la falta de contraste de información.

Además, en la pieza, se utiliza un lenguaje que presenta la entrada de personas migrantes como una batalla, hablando de “asalto masivo y violento”. Este tipo de lenguaje encaja más con los asedios bélicos que con un proceso migratorio que concluye con la entrada de personas a través de una frontera fuertemente custodiada.

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