ABC. 22/05/2023.
La ubicación en el continente africano de las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla y su consecuente frontera terrestre aportan a ambas urbes un simbolismo que anima a algunos partidos políticos a defender allí su posición en relación con el proceso migratorio. Es en este contexto en el que cabe analizar una publicación del periódico Abc que informa sobre la realización de un mitin en Ceuta del partido de extrema derecha Vox.
Se trata de una información que reproduce literalmente el discurso de odio y criminalizador del líder de esta formación, Santiago Abascal, quien en su interlocución utilizó conceptos como personas “ilegales” para referirse a los ciudadanos que abandonan su país de origen para residir en otro, además de situar en una misma expresión a personas migrantes y a narcotraficantes. La reproducción de estas palabras y, por tanto, la difusión de un discurso xenófobo se incluye tanto en el cuerpo de la información como en su titular: “¡Los ilegales a su país; y a los narcos, o plomo o cárcel!”
Se considera desacertado hacer difusión de este vocabulario que criminaliza a las personas migrantes por intentar ejercer un derecho recogido en los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Según estos artículos, “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio” y “en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”.
Asimismo, la información reproduce otras expresiones xenófobas como la supuesta “marroquinización” de Ceuta, o la consideración que la ciudad autónoma vive una situación que se asemeja a otras urbes que han padecido conflictos armados o la violencia del terrorismo como Beirut o el País Vasco. Se trata de unas afirmaciones que el texto banaliza al considerarlas un simple “discurso reivindicativo”.
Por último, cabe destacar que el texto incluye valoraciones que ayudan a crear un clima de alarma al considerar que las afirmaciones de la formación de extrema derecha son ciertas, y que se puede comprobar “el miedo” en que han sumido a la ciudad autónoma sus actuales dirigentes.
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