10/04/20. El periódico
Esta noticia visibiliza los sentimientos de impotencia y frustración por parte de Nicole Illesca, una joven enfermera chilena. Como ella, son muchas las personas migrantes cualificadas, profesionales, en el área de la sanidad o servicios esenciales, a las que no les es posible trabajar por no poder ser contratadas. Además, tal como expone el artículo, son cientas las instituciones interesadas en hacerlo y que no pueden.
El contexto, la diversidad de fuentes que aporta la noticia y el enfoque de la misma permite al lector entender la situación a la que se enfrentan estas personas. Esta pandemia ha puesto de manifiesto las situaciones por las que atraviesan muchas personas y que son denunciadas en esta pieza informativa: ejemplos de ello son las trabas administrativas a las que se enfrentan y lo injusta de la actual ley de extranjería que imposibilita los trámites a muchas personas.
El lenguaje que usamos para describir las realidades a las que se enfrentan muchas personas nos ayudan a interpretar situaciones, por este motivo es importante dar protagonismo y voz a las personas que forman parte del proceso migratorio.
Denunciar situaciones injustas y las trabas del sistema es otro aspecto de relevancia, de ahí que el lector puede conocer los grandes obstáculos a la hroa de acceder al mercado laboral al que se enfrentan estas personas.
En esta pieza, hay diversidad de fuentes e información contrastada. Se visibilizan algunos de los problemas que sufre el colectivo migrante: la brecha digital y el posible colapso en oficinas de extranjería por falta de personal, largas esperas para citas, etc.
A pesar de todos los aspectos positivos que encontramos en esta noticia, tenemos que destacar un lenguaje mejorable desde el punto de vista del inmigracionalismo al utilizar términos incorrectos para referirse a las personas migrantes como «simpapeles» en el desarrollo de la noticia. Más grave aún si lo encontramos en el titular como es el caso.
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