La Vanguardia. 25/04/2023.

 

Esta pieza periodística relata el aumento de personas migrantes en el centro de acogida de Lampedusa por la llegada de varias embarcaciones procedentes del norte de África, así como la situación actual en la que se encuentran y el trabajo realizado por la Guardia Costera italiana la noche del rescate.

 

El titular comienza con la palabra “saturado”, un término que posiciona la información en un enfoque de alarma ante los hechos. Al especificar el número de “2.200 migrantes”, se deshumaniza a estas personas, ya que no se aporta contexto alguno y se da más énfasis a la cifra que a las causas que les han llevado a salir de sus países de origen. 

 

Por otro lado, a lo largo del primer párrafo se reflejan adjetivos alarmistas como “masivo” y “oleada” y se repiten expresiones que inciden en que la cifra de personas migrantes es elevada para el centro de acogida, lo que magnifica la idea de una potencial amenaza.

 

Respecto a las fuentes nombradas, se muestran “fuentes internas a la agencia”: la Guardia Costera italiana, las autoridades y la ONG Open Arms, aunque no se aclara si han sido consultadas directamente o si la información se ha obtenido por otros medios. Como necesaria fuente de contraste, aparecen unas declaraciones realizadas por la organización Save the Children, que denuncia la precariedad de la situación higiénica y pone en evidencia las inadecuadas condiciones en que las personas son alojadas.

 

El aumento de los flujos migratorios a Europa y en concreto a la isla italiana de Lampedusa, hace que estas llegadas se observen como una problemática política y social difícil de gestionar y su visión a través de los datos nos aleja de las personas y sus necesidades reales.

 

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